Hacía días que el sargento deambulaba solitario por las trincheras, pero aquella noche entró en el barracón y se sentó a comer con la tropa. A media cena se levantó y nos preguntó para qué lustrábamos cada mañana las bayonetas, para qué ajusticiábamos a los desertores, para qué engrasábamos los fusiles cuando hacía meses que no había munición, cuando nadie respondía a la radio y nada se sabía del general. Luego estrelló el plato contra el suelo.
Para qué, nos gritó, si el enemigo regresó a casa, si la guerra hace años que terminó.
Tothom viu guerres que podríem oblidar i passar pàgina.
En budisme hi ha el que s'anomena "deixar anar". Bàsicament tracta de relaxar la ment, de no tancar-te en un pensament concret, en una opinió i obrir-te a altres possibilitats. Si t'agafes molt a una opinió concreta, no deixes la possibilitat a altres opcions.
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